Tengo en mi cabeza recuerdos preciosos de la infancia y todos transcurren en la naturaleza. Mis padres tenían un pequeño negocio cerca de un pantano y pasaba allí todos los veranos, el día entero, jugando junto a mi hermana con el agua, el barro o rescatando piedras del fondo del lago.

Al nacer mi primer hijo Darío, estos recuerdos volvieron a mi cabeza y nos fuimos a vivir cerca del campo. Quería que mis hij@s crecieran en mayor libertad y en contacto con la naturaleza, el mejor de los sitios donde puede crecer un niñ@.
Desde la maternidad y junto a Darío y Erika, encontré mi vocación, dejé 20 años dedicados a la fotografía y a la televisión, y escuchando mi corazón, seguí el impulso de vincular niñ@s y naturaleza, tal y como lo había hecho antes con mis hij@s.

Soy amante de la Naturaleza, he recibido formación como educadora ambiental y guía por entornos naturales, formación en metodología Bosquescuela, mediación y resolución de conflictos basado en la Comunicación no Violenta en el instituto CNV y como acompañante en Alavida. Además he tenido la suerte de poder visitar y poner en práctica lo aprendido en Secret Garden forest school, en Escocia, parte de su forma de trabajar, lo reflejamos ahora en nuestro grupo de juego.

Estoy feliz de poder pasar mi día a día así, viendo jugar a la manada de Aúlla en el monte, compartiendo la emoción y la curiosidad por todo lo que el entorno natural nos regala y  en constante formación en la actualidad terminando las prácticas de «Terapia de juego» con Joaquín Blix, maestro y director de la asociación de Terapia de juego española.